¿Qué te desequilibra?
Hay épocas en que tenemos una cuerda destemplada y no nos damos cuenta; son esos días en que algunas cosas tontas nos molestan y reaccionamos de manera exagerada ante situaciones que no merecen tanta energía de nuestra parte. Aparentemente es el ruido, el calor, el frío, el hambre o los gobernantes, el vecino, el perro que pasa; pero el desequilibrio puede provenir de alguna insatisfacción mucho más profunda a la que no le hemos dado suficiente atención. El estado normal del ser humano no es el mal humor o la enfermedad, el bienestar se refleja en que podamos hablar en vez de gritar, expresarnos con tranquilidad y que podamos reírnos de las cosas en vez de quejarnos. Es interesante prestar atención a los factores que nos desequilibran porque ahí puede estar la clave de lo que verdaderamente da vueltas en nuestra vida sin que lo resolvamos. Una decisión que no se ha tomado, un paso que no se da, una relación que no se corta, un vínculo que no se restaura, un sueño aband...