El proceso de despertar
Despertar significa abrir los ojos, estar consciente, asumir la propia existencia. Al despertar, puede que haya un día muy soleado, en el que todo brilla para nosotros pero también puede haber un día gris; lo importante es ver el día como otra oportunidad para avanzar en el camino. Saber que se puede trazar la ruta que uno quiere, la que a uno le gusta, no aquella que se deja imponer o la que cree que le "toca" vivir. Si hay sol conviene no dejarse deslumbrar y si hay tormenta, lo mejor será abrir un paraguas. Ese famoso despertar puede ser un proceso complejo porque hay que vencer la pereza, igual que cuando tenemos que salir de la comodidad de la cama para cumplir con los deberes, con lluvia o con sol. No obstante, la pereza es un buen indicador; si nos cuesta despertar, quizás en el fondo tenemos miedo de enfrentar nuestro potencial de cambio y también nos aterra descubrir que no sabemos a dónde ir, que no hemos trazado un plan o que nos quedamos con el...