¡Otro año más! ¿Para qué?

 

Pasado el furor de las fiestas de fin de año y después de ver que nos gastamos lo que no teníamos, lo siguiente es enfrentar otro año, con esperanza o con miedo, con desilusión o con optimismo, según sea la situación que estemos atravesando.

De todas maneras, debemos recordar que la decisión de encarar la vida de manera positiva o negativa depende exclusivamente de nosotras. Todo tiene un lado incierto y otro que nos parece más solido, no obstante, lo único seguro es que un día dejaremos este mundo y si no sabemos disfrutar de la estadía, -que es temporal-, nos iremos con amargura, con frustración.

Desde esta tribuna, -dulcinea.despierta-, te proponemos que te preguntes de frente: ¿para qué otro año de vida? ¿estoy cumpliendo mi propósito o el de alguien más? ¿estoy resignada a mi suerte o estoy gestionando lo que realmente quiero?

Y no temas a las respuestas; entre más sincera seas contigo misma más rápido encontrarás un camino de fuga hacia la construcción consciente de tu felicidad. 

Tomará tiempo y esfuerzo, claro. Pero al final de 2025 podrás mirarte y sentirte satisfecha de lo que hayas logrado, sobre todo de haberte dado cuenta de que todavía tienes alrededor de 350 días para vivirlos como te plazca, desde el dolor, la angustia y la frustración o la esperanza, la gratitud y la alegría. 

Venga lo que venga y anuncien lo que anuncien, recuerda que tú eres libre y soberana de creer o no en los relatos salvajes que vienen desde los medios tradicionales casi siempre con el objetivo de mantenerte en la vibración del miedo porque así serás vulnerable para obedecer.

Si la vida nos ha dado un año más, no lo desperdiciemos asustándonos o renunciando a lo que queremos. Y si se presenta un cambio inesperado, algo que está fuera de nuestro control, entonces hay que aprender a fluir y a interpretar las señales para saber por dónde si y por dónde no podemos ir, sin enojo.

Deja entrar la esperanza en tu corazón si estás en "las mieles del amor" y crees que tienes todo lo que querías y con mucha más razón si estás desilusionada de todo, la esperanza potenciará lo bueno y te hará ver el mejor lado de lo no tan bueno.

"La esperanza es un empréstito que se le hace a la felicidad".
Conde de Rivarol 
Escritor francés.



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