El mayor enemigo de nuestra felicidad son nuestras propias ideas; pensar que no podemos, que no somos capaces, que no merecemos o que algo es muy difícil.
¿De dónde provienen esas ideas negativas que nos alejan de la felicidad? Muchas veces de lo que nos dicen los demás pero fundamentalmente de creer en lo que nos dicen los demás.
"Tu no puedes!" "¿Para qué vas a buscarte problemas?" "Aquí en la casa no te hace falta nada!" "Así estás bien!"...frases como éstas nos pueden desanimar si no estamos seguras de lo que queremos. Sin embargo, los sueños siguen latiendo en el corazón y tarde o temprano vamos a sentir insatisfacción; hasta que no pongamos en marcha los planes que inconscientemente estamos trazando, no vamos a experimentar felicidad.
Podemos abrir los ojos y atender a nuestras ilusiones, a nuestros sueños, y ponernos manos a la obra; en silencio, con mente abierta, buscando información, buscando caminos y buscando a la gente que nos anime a seguir.
Cuando tengas una idea que te resuene en el corazón, dale para adelante, invierte tu tiempo y tu energía en mirar cómo llevarla a cabo.
Si no tienes muchos títulos académicos, no te preocupes, ocúpate en revisar cuáles son tus talentos naturales y perfecciónalos con cursos cortos que están a tu disposición en muchos lugares; habilidad con los números, habilidad para administrar recursos, habilidad manual, habilidad para negociar, habilidad para cocinar, habilidad para cuidar a otros.
Las oportunidades laborales no siempre dependen de cuántos títulos tienes sino de lo que sabes hacer bien, por eso más que preocuparte, dedícate a pulir tus talentos naturales.
Hay muchos cursos cortos y hasta gratuitos en los que aprendes la técnica para perfeccionar tus habilidades; adelante! no te dejes derrumbar por ideas negativas y no consultes mucho con los demás, escucha tu corazón.
"Las únicas limitaciones para nuestros logros del mañana,
son nuestras dudas de hoy"
Franklin Delano Roosevelt
