¿Qué es el Coaching Holístico?

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jueves, 9 de febrero de 2023

A Dios lo que es de Dios

Lo que hemos vivido desde 2020 revela que no sabemos nada de salud, ni de ciencia, ni de política, ni de economía, ni de espiritualidad.

Es así como la mayoría de países "compraron" no solo el discurso sino millones de ampolletas que resultaron gratis para el ciudadano pero caras para los países, cuyos gobernantes hicieron el negocio sin mucha vigilancia.  Ya está muy afinado el truco de crear un "Estado de emergencia", bajo el cual, un presidente firma decretos a diestra y siniestra, literalmente, asignando negocios por igual a sus compinches o a sus supuestos opositores.

La mayoría de las personas movidas por el miedo que consumen en tres dosis diarias de noticiero, le dieron todo al César y nada a Dios.

Hicieron la fila, pusieron el brazo una, dos, tres, cuatro y hasta cinco veces, no tanto por estar convencidos de la peligrosidad del supuesto bicho, sino por miedo a perder el trabajo, el viaje, la atención médica y miedo de contagiar a otros, que fue el argumento más perverso que pudieron inventar.

El ciudadano fue chantajeado y se prestó al chantaje: "salud a cambio de libertad", "encierro a cambio de salud", "quiebra económica a cambio de salud", y las promesas de los políticos para variar, se cumplieron a favor de sus patrones, los magnates que ya sabemos, porque no hubo salud y si hubo encierro, pérdida de libertad y quiebra económica para los más débiles, como siempre. 

Así, en la ecuación únicamente quedó el César, dejando por fuera a Dios.

Otro escenario tendríamos, si la confianza hubiera estado puesta en Dios y no en el César, porque el César no solo mintió con el problema sino también con la solución.

Vivir una espiritualidad consciente significa tener presente la diferencia entre el César y Dios, y tributarle a cada uno lo que corresponde. 

¿Cómo puede ser que seamos tan obedientes al César que sabemos corrupto e insaciable de poder y dinero? ¿Y cuándo dejamos de confiar en Dios? ¿O es que nunca hemos confiado realmente?

El César aprovecha la debilidad espiritual para insuflar no solo chips con una jeringa, sino miedo, mucho miedo, que termina siendo más dañino que cualquier sustancia que el cuerpo puede transformar en segundos, cuando la mente está entrenada para eso.

¡Estamos a tiempo de elegir confiar en Dios!, eso significa usar las herramientas naturales que nos dio, como las corazonadas, la lógica, el olfato y especialmente el discernimiento, para saber reconocer lo que es bueno para nosotros y tener coraje para rechazar aquello que presentimos malo y que curiosamente quieren implantarnos bajo amenaza o con el consabido "por nuestro bien"  vociferado por el César de nuestros días y su comité de expertos, que junto con el gobernador de turno, ya comienzan a lavarse las manos.

¿Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad. ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no? Mas él, comprendiendo la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César. Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y no pudieron sorprenderle en palabra alguna delante del pueblo, sino que maravillados de su respuesta, callaron.

Tomado de la Biblia, Mateo, 16:22