Muchos "bloqueos" no son tan misteriosos como creemos; sencillamente estamos paralizadas en frente del camino sin saber por dónde seguir y muchas veces ignoramos los mensajes o no prestamos suficiente atención a las ayudas que vienen de otro mundo, del mundo espiritual con el que siempre podemos estar conectadas.
Decidir es elegir y para elegir hay que reconocer las ventajas y desventajas de lo que se nos ofrece. Cualquier oferta inusitada bien puede ser una trampa del destino para apartarnos del camino recto, hay que abrir bien los ojos y afinar la escucha; "De eso tan bueno, no dan tanto", dice la sabiduría popular.
La primera herramienta que tenemos es el pensamiento LÓGICO y para usarlo en su máximo esplendor debemos estar plenamente conscientes y no estar alteradas por las emociones.
Por lo anterior, cualquier decisión de fondo sobre nuestra vida debe ser tomada cuando estemos libres de los efectos del alcohol, las drogas (legales o ilegales) o bajo los efectos del miedo que es el arma más poderosa contra el ser humano.
Tampoco es prudente dar una respuesta definitiva cuando se está teniendo sexo, situación que suele pasar muy a menudo a las mujeres.
Permitir que pensemos, que analicemos lo que nos conviene, que comparemos y que decidamos sinceramente es parte de nuestra libertad como seres humanos, que incluye la libertad de equivocarnos.
Todo aquel que nos presiona para que tomemos una decisión no sólo nos falta al respeto sino que deja entrever segundas intenciones.
Nadie puede garantizar nada, ni lo bueno ni lo malo, por eso resulta casi inútil acudir a terceros para tomar decisiones; podemos clarificar una situación, podemos tener mejores elementos para decidir, pero las decisiones son personales e inaplazables; tarde o temprano debemos tomar decisiones si queremos avanzar en el maravilloso camino de la vida.
Algo que puede ser útil a la hora de tomar decisiones es verificar la visión de la vida, cómo te visualizas en unos años, de esa manera sabrás cuál ruta te puede aproximar o alejar de ese objetivo.
"El que no sabe para donde va ningún bus le sirve o todos los buses le sirven". Si sabes para dónde vas, podrás elegir el bus que creas correcto y si te equivocas, puedes bajarte cuando quieras.
Lo importante es avanzar, no quedarnos paralizadas acumulando emociones y malos pensamientos que se vuelven sobrepeso o dolencias físicas.
"Reflexionar serena, muy serenamente,
es mejor que tomar decisiones desesperadas"
Franz Kafka
Escritor checoslovaco
1883 - 1924
