¿Qué es el Coaching Holístico?

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  Si hacemos conciencia de que el cuerpo es la materialización del alma, vamos a poder interpretar cada síntoma como aquella alarma interna ...

miércoles, 24 de abril de 2019

Baila con el destino


Resistirse a los cambios, a las decisiones de otros, a los giros del destino, solo retrasa el proceso de transformación que está experimentando nuestra conciencia cuando comienzan a manifestarse aquello que etiquetamos como "problemas".

Por el contrario, hacernos flexibles y bailar con el destino sin queja y sin conflicto, nos permite observar cómo se abren nuevas oportunidades.

Para lograr esa alineación entre lo que nos sucede y lo que esperábamos, es muy importante comenzar por identificar el ciclo en el que nos encontramos: APRENDIZAJE o REALIZACIÓN.

Cada ciclo tiene una duración de seis años y entre los dos ciclos, llegamos a completar doce años, igual que la división del reloj y en el mismo sentido de las manecillas.

Durante el ciclo de aprendizaje, llueven las dificultades, por tal razón es preciso andar con el paraguas de la paciencia y atender a todas las lecciones que la vida pretende darnos. Detrás de cada dificultad siempre hay algo nuevo que aprender, en la medida en que estemos atentas y dispuestas.

En el ciclo de realización, el viento sopla a nuestro favor y podemos elevarnos en un globo de colores para realizar todos nuestros sueños. Y si no podemos concretar todo lo que deseemos, quizás se deba a que no lo hemos planeado bien pero podemos rectificar sobre la marcha. Este es el ciclo creativo por excelencia.

¿Cómo saber en qué ciclo te encuentras?

El punto de partida es tu fecha de nacimiento; a partir de allí, repasa los primeros doce años de tu vida y ese mismo ciclo se irá repitiendo con sucesos parecidos.

Recuerda que son seis años de aprendizaje y seis de realización, lo que equivale a las "rachas" que identificamos sobre todo cuando viene un problema detrás de otro. Curiosamente cuando estamos en la buena racha pocas veces lo reconocemos, es lo mismo que estar en una fiesta felices y solo darnos cuenta de lo bien que la estamos pasando hasta que alguien ¡quita la música!

No hay ciclo bueno ni malo, la vida es como un camino en el que hay tramos con flores hermosas y tramos con animales salvajes, solo basta estar despiertas y saber llevar lo que corresponde a cada etapa.

Si estás en el ciclo de aprendizaje seguramente debes cargar un montón de cosas, igual que en la etapa escolar, por lo tanto es imprescindible revisar el horario y las materias de cada día, que en la vida adulta significan trámites, reclamos, cartas y en general diligencias que nos llevan a conocer nuevos lugares y personas. Lleva un libro o un tejido así no te consume la ansiedad y la desesperación.

En el ciclo de realización, las cosas son bien distintas, te la puedes gozar materializando todo aquello que has planeado y si no has planeado nada entonces la vida te está empujando a que lo hagas.

Baila con el destino cualquiera que sea la música y verás cómo cambia tu energía.


"Cuando se reconocen los obstáculos 
surgen ideas para superarlos; 
una piedra puede rodearse, 
saltarse o quitarse del camino, 
un elefante también.".


lunes, 8 de abril de 2019

¿Sabemos o creemos saber?



Si de verdad queremos que nuestra conciencia despierte, debemos comenzar entonces a elegir bien lo que leemos y a reconocer la diferencia entre sabiduría y conocimiento.

La sabiduría proviene del alma, se refiere al conocimiento acumulado en todas las vidas a partir de nuestros talentos innatos.

El conocimiento proviene del estudio sistemático de un tema y de la propia experiencia.

Las instituciones educativas con sus programas basados en la memoria y la repetición adormecen nuestra sabiduría; nos dedicamos a  adquirir "conocimientos" de una forma robótica, como quien guarda y guarda documentos en una computadora. 

La sabiduría es propia, el conocimiento puede ser colectivo; todos aprendemos a leer y escribir. Qué leer y qué escribir, depende de la sabiduría interna, de aquello con lo que nuestra alma resuena.

Nunca es tarde para encontrar la sabiduría que nos hace únicas y profundizar en los conocimientos que nos pueden llevar a actualizarla para sentirnos felices.

La clave es LEER, LEER y LEER. 

Leer contenidos de calidad que nos pongan a pensar, a soñar y en definitiva, a CREAR, porque toda la sabiduría y todo el conocimiento no sirven de nada si no somos capaces de hacer una propuesta propia de aquello que nos interesa y que tenemos la certeza de dominar.

En cada temática hay miles de libros y blogs para ser consultados. Tenemos a mano todo lo que necesitamos para estudiar por nuestra cuenta aquello que tenemos la certeza de saber. 


"La verdadera sabiduría 
está en reconocer 
la propia ignorancia".
Sócrates