Eso es lo que sucede con la palabra ¡CRISIS! La cultura china nos enseña que las crisis son OPORTUNIDADES, entonces hay que levantar la mirada y tratar de ver más allá, entender el mensaje profundo de aquella situación que aparentemente nos tiene arrinconadas.
Nuestra propia mente es el gran enemigo que no cesa de martillar; hay que distraerla y hacer que pare en sus especulaciones que por lo general son catastróficas.
"Acallar la mente" es el primer paso, tal como lo enseña el Zen; luego, respirar y concentrarse en el aire que entra a renovar y el aire que sale llevándose todo lo que ya no sirve. Después, visualizar sin miedo, construir la realidad que queremos y darla por cierta, sin lugar a dudar.
Es muy importante tener claro lo que se quiere y dejar de pensar en lo que no se quiere, porque la mente crea a partir de la información que tiene en curso. Y si sientes que no es posible, que eso que anhelas es demasiado pedir, entonces vuelve al paso anterior, a acallar la mente y respirar hasta que no haya ningún pensamiento.
Si se te dificulta, recurre a una imagen cíclica como una cascada de agua, un pintor que siempre lleva la brocha con pintura blanca de un lado a otro o un gran carrusel de corazones.
Puede suceder que estés tan desanimada que nada de esto lo puedes llevar a cabo, entonces hay que hacer una estrategia de choque, algo que rompa definitivamente con esa energía y eso se logra cambiando de lugar.
Viaja, múdate, vete a la casa de alguien un par de días, al campo, a un pueblo, a otra ciudad.
"Si no puedes cambiar el entorno,
cambia de entorno".