¿Qué es el Coaching Holístico?

Informedades

  Si hacemos conciencia de que el cuerpo es la materialización del alma, vamos a poder interpretar cada síntoma como aquella alarma interna ...

sábado, 20 de diciembre de 2014

Época para renovar la energía

Diciembre es un mes particular para renovar energías y no se trata de hacer rituales mágicos sino de aprovechar y encauzar de manera consciente la fuerza del espíritu que se renueva con la llegada de la Navidad y el Año Nuevo.

Se trata de llevar al corazón a un estado genuino de armonía como producto de una revisión profunda de los errores y los aciertos del año que termina; hacer uso del perdón y buscarlo, en caso de ser necesario. 

Llegar al nuevo año con cero rencores, cero resentimientos y cero reclamos con la vida y con las personas queridas; aceptar y entender los sucesos de la vida como fruto de las propias decisiones y también como mandato divino escrito en nuestro destino.

Reconectarse con el amor puro y sincero, agradecer y llenarse de esperanza.

Somos un simple grano de arena en la inmensidad del cosmos pero tenemos la posibilidad de hacer de nuestra vida el más bello de los mundos, con lo que tenemos al alcance. 

Caminar, respirar, acercarse a un lago, a un río, a una cascada, bailar despacio sintiendo la música que te guste; permitir que el espíritu se oxigene en todo sentido y dejar en orden el desván de la mente para que el corazón pueda alcanzar la felicidad del amor.



jueves, 4 de diciembre de 2014

El conflicto como oportunidad

Cualquier situación de conflicto es una oportunidad para evolucionar. Y por conflicto podemos entender un choque, una insatisfacción frente a algo a alguien. Es válido no estar de acuerdo, es válido no aceptar algo, lo importante es entender el origen de la desarmonia para volver a poner en orden las fichas y comprender hacia dónde nos está llevando la vida.

Reconocer en el conflicto una oportunidad requiere atención y amorosidad; de nada sirve enfrentarse y causar daño a otros, se trata de ir aceptando las circunstancias como una disposición divina que está muy por encima de nuestro limitado entendimiento.

Tomar tiempo para estar en quietud y respirar de manera consciente nos permite entrar en un estado de iluminación en el que van a apareciendo ideas y nuevas señales para seguir adelante. No vale la pena quedarse en el conflicto para repasarlo una y otra vez, eso sólo causa más y más heridas. 

El conflicto es la gran señal para el cambio; cualquier dificultad, cualquier obstáculo, es literalmente un semáforo que puede estar en amarillo o en rojo. Si el conflicto, el choque o la dificultad es lo bastante grave como para detenernos, entonces el semáforo está en rojo y lo prudente es parar, no hacer nada, ni siquiera pensar, sólo sentir, sólo respirar, sólo aceptar con el corazón aquello que está pasando. Y como el ritmo del mar, permitir que el agua vaya y regrese.

Si el conflicto deja un margen de acción, entonces está en amarillo y la señal es de prevención, el mensaje es que avancemos, pero que avancemos con extrema precaución, no con miedo, sólo con precaución. En este escenario no hay que detenerse, simplemente disminuir la velocidad y redoblar la atención para descubrir cuál es el camino alterno para continuar.

Nos formamos a partir de los conflictos, aprendemos cuando nuestros deseos no son cumplidos, cuando las cosas no salen como queremos sino como se nos revelan desde algún lugar divino.

Es necesario aprender a bailar en el conflicto sin perder el entusiasmo, manteniendo la fe y el amor por nuestros sueños. Simplemente nos están rectificando el rumbo y a veces el universo se vale de métodos drásticos que incluso pueden llegar a generar dolor. Basta tomar un poquito de tiempo para curar esa pequeña herida y con mucho amor y humildad agradecer la lección que estamos recibiendo.

"El hombre se descubre 
cuando se mide con un obstáculo"
Antoine De Sant Exuperi