¡Despertemos de una buena vez!
La clave está en dejar de consumir información fatalista, negativa, que no nos sirve para nada y altera nuestro campo emocional.
Y si necesitas estar informada entonces busca fuentes confiables, independientes...
¡Basta de fomentar y propagar el miedo! Nosotras mismas nos convertimos en tontas útiles hablando y hablando de temas catastróficos sin informarnos lo suficiente.
El miedo es una vibración que toma todo nuestro cuerpo y altera nuestros ritmos de sueño, de digestión y de circulación. Nuestro corazón puede acelerarse por ver imágenes crudas que ni siquiera sabemos si son ciertas.
Y si es verdad que va a estallar la guerra, entonces ponte a bailar, porque sufriendo no la vas a poder evitar.
"Oirán rumores de guerra, no se preocupen, todavía no es el final".
Jesús de Nazaret