Vivir feliz es muy distinto de "Estar bien"; la felicidad es un estado de gozo interior que nos permite disfrutar de todo lo que nos sucede en la vida, lo que calificamos como bueno y como malo. Parafraseando a Buda, no podemos evitar el dolor pero si el sufrimiento.
La propuesta es que revisemos la escala que hemos definido para nuestra vida y la vida de nuestros hijos, de nuestros amigos y familiares, cual es el estado de "bienestar" al que nos hemos acostumbrado y cual podríamos llegar a alcanzar si nos hacemos conscientes de la diferencia.
Estar tomando medicamentos, asistiendo a terapias y en general, andar con miedo e histeria, discutiendo constantemente, NO ES LO NORMAL.
¿Acaso estamos confundiendo las metas materiales con los ideales? ¿Somos felices cuando podemos comprar lo último en tecnología, lo último en moda o lo último en maquillaje? ¿Nos sentimos bien por pagar las cuentas y que nadie nos moleste? Todas esas cosas si bien pueden darnos momentos de alegría, no representan la verdadera felicidad, la que perdura, la que se instala en el corazón y nos conecta con la grandeza del universo.
El bienestar es un nivel bajo de supervivencia; la felicidad es un alto estado de conciencia, de salud, de alegría, de disfrute, que en últimas nos mantiene vibrando en el amor incondicional.
La pregunta es: ¿Estás bien o eres feliz?
"La felicidad para mi consiste
en gozar de buena salud,
en dormir sin miedo
y despertarme sin angustia".
Françoise Sagan
1935 - 2004
Escritora francesa